El comportamiento de las jugadoras del Barça y del Real Madrid, durante y después del partido de vuelta de los cuartos de final de la Champions League femenina, resultó de una deportividad exquisita, más allá de cualquier valoración por el abultado resultado final (5-2). Un ejemplo por las dos partes que los 91.553 espectadores, récord histórico, supieron valorar.
Los blancas aceptaron la superioridad culé y esperaron que las azulgrana dieran la vuelta de honor para incorporarse lentamente a los vestuarios. No todas pero si la mayoría. Toril, el técnico, incluso aplaudió cuando escuchó el récord por megafonía. En las gradas, los hinchas madridistas también se tomaron con ‘fair play’ la eliminatoria europea.
De entre todos los detalles, uno que captó el fotoperiodista de Mundo deportivo Pere Puntí, cuando Alexia Putellas, la capitana del Barça, se acercó a la grada para realizarse una fotografía con aficionados del Real Madrid con camisetas y bufandas. Eran familiares de jugadoras del Real Madrid, como las de Teresa. Todos posando sonrientes a pesar de la derrota con la jugadora ganadora del Balón de Oro 2021. El día era histórico